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La oración es la elevación del alma hacia Dios,
o la petición a Dios de bienes convenientes (San Juan
Damasceno).
La oración se fundamenta en la llamada que Dios
hace a todo ser humano para un encuentro con El. La
oración es la respuesta del hombre a Dios que le
llama.
LA SEÑAL DE LA CRUZ
Por la señal + de la Santa Cruz, de nuestros +
enemigos, líbranos, Señor + Dios nuestro. En el nombre
del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo.
Amén.
EL PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado
sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del
mal. Amén.
EL AVE MARIA
Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el
Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
EL GLORIA
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo;
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
ACTO DE FE
Dios mío, creo firmemente todo lo que la Santa
Iglesia Católica y Apostólica me enseña, porque tú eres la
Verdad infalible y se la has revelado a
Ella.
ACTO DE ESPERANZA
Dios mío, espero con firme esperanza que me darás
por los méritos de Jesucristo, mi salvador, tu gracia en este
mundo, y si guardo tus mandamientos, la gloria en el otro,
porque así lo has prometido y eres siempre fiel a tus
promesas.
ACTO DE CARIDAD
Dios mío, te amo con todo mi corazón y más que a
todas las cosas, porque eres infinitamente bueno e
infinitamente amable; y amo a mi prójimo como a mi mismo por
tu amor.
ACTO DE CONTRICION
¡Jesús, mi Señor y Redentor! Yo me arrepiento
de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de
todo corazón porque con ellos ofendí a un Padre tan bueno y a
mi prójimo. Propongo firmemente, con tu fortaleza y tu
gracia, no volver a pecar; y confío en que, por tu infinita
misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me
has de llevar a la vida eterna. Amén.
CONFESION COMUNITARIA
GENERAL
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes
hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y
omisión; por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre virgen, a los ángeles, a
los santos y ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante
Dios Nuestro Señor.
LA SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida,
dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve a ti llamanos
los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos gimiendo y
llorando en este valle de lágrimas. ¡Ea, pues, Señora
abogada nuestra! Vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a
Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh
piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de
Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
nuestro Señor Jesucristo. Amén.
EL CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo
y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo,
nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el
poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los
muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra de
Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y los
muertos. Creo en el espíritu santo, la iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de los muertos, y la vida perdurable.
Amén.
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